La Francmasonería especulativa nace alrededor de 1620, pero debido al secreto en que trabajó es poco lo que se conoce de ella antes de su resurgimiento en 1717, en Londres. En tanto, las actas más antiguas de una logia operativa son del año de 1598, según refiere la Historia de la Logia de Estrasburgo, de D. Murray.
La Francmasonería especulativa primitiva surge en el Renacimiento, en un ambiente religioso, y de ahí sus requisitos de ingreso: la creencia en Dios y en la inmortalidad del alma. Consecuencia de ello es la presencia de la Biblia en el ara de la logia.
Como movimiento espiritual y religioso del Renacimiento, la Francmasonería especulativa intenta, a su manera, mejorar a la raza humana y para ello propone la iniciación a la Virtud. La Francmasonería de ese tiempo considera que la elevación espiritual y moral del hombre es condición indispensable.
Los nuevos masones no se interesan por los edificios materiales, sino por los morales, y si se interesan por expresiones tales como la Piedra Bruta o la Piedra Tallada es para significar el menor o mayor progreso espiritual del ser humano. El masón del Renacimiento busca la unión como medio para llegar a una fraternidad universal y a un perfeccionamiento de la humanidad.
En la Masonería especulativa del Renacimiento confluyen los alquimistas y los rosacruces, quienes con su tradición mística y esotérica y sus estudios de hermetismo y cábala, aportan conocimientos para el mejoramiento de la especie humana. Asimismo, introducen el método iniciático y los diferentes grados de que consta la Masonería actual.
Serán, muchos años después, la Revolución Científica y La Ilustración quienes ofrezcan una reforma filosófica a la Masonería especulativa. Dejando atrás las experiencias místicas y religiosas las logias buscarán el perfeccionamiento moral del individuo, pero también el intelectual. En las logias se destina el tiempo al estudio de los misterios de la Naturaleza y de la ciencia. Son el cultivo del saber, la práctica de las virtudes y de la fraternidad humana, los nuevos propósitos de la Masonería especulativa.
Así llegamos a 1717 cuando la Masonería especulativa deja de ser una institución iniciática y se transforma plenamente en una organización humanitaria. Quienes reorganizan a la Masonería inglesa y provocan su resurgimiento se aventuran muy poco más allá de una moralización de los símbolos y ceremonias. En realidad crean una copia de la Iglesia Cristiana Anglicana.
Ante una Masonería de corte religioso, dogmático y conservador, en Francia surgiría una Masonería de orientación liberal, en la que la libertad de pensamiento y de conciencia serían su fundamento. Surge así una Masonería con un claro compromiso filosófico y social.
A la fecha subsisten los dos discursos masónicos: por un lado el que se encierra en la práctica de la fraternidad y la beneficencia, enarbolado por la Gran Logia Unida de Inglaterra, y el otro discurso con un profundo contenido social y progresista que busca el mejoramiento de la humanidad, presentado por el Gran Oriente de Francia. La primera forma de Masonería se practica en los países anglosajones, y la segunda, en los países latinos.
A la fecha subsisten los dos discursos masónicos: por un lado el que se encierra en la práctica de la fraternidad y la beneficencia, enarbolado por la Gran Logia Unida de Inglaterra, y el otro discurso con un profundo contenido social y progresista que busca el mejoramiento de la humanidad, presentado por el Gran Oriente de Francia. La primera forma de Masonería se practica en los países anglosajones, y la segunda, en los países latinos.
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