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Enseñanzas de los grados simbólicos


GRADO DE APRENDIZ MASÓN

Enseñanza: La duda filosófica.

Deberes y lecciones importantes: La ignorancia hace al hombre desamparado y ciego; obedece automáticamente al impulso que le dan y vive a merced de los ambiciosos. La curiosidad no es un mal principio en la vida del hombre. Ella es la que lanza a nuestra inteligencia en el camino de los descubrimientos y el progreso. Cuando es dirigida por el deseo de conocer la Verdad para practicar mejor la Virtud, es una cualidad altamente masónica que no debemos ocultar. Cuando la curiosidad se convierte en anhelo de saber lleva al hombre a las puertas de la Escuela y de la Ciencia.

Pero no basta saber y ser virtuosos individualmente. El único bien durable es el colectivo. Esas cualidades proceden de cada uno y si envuelven a todos en su beneficio constituyen una fuerza colectiva contra la cual nada pueden el vicio, la tiranía, ni el fanatismo. Nuestra gran inspiración es el bien de la comunidad. Combatimos las desigualdades sociales y cultivamos la compasión a la desgracia, practicamos la caridad para con el necesitado y respetamos la fortuna bien adquirida. Consagramos nuestros esfuerzos a la redención de la humanidad.

Debemos luchar contra nuestros enemigos naturales, las pasiones, pero también contra otros enemigos más ocultos: los hipócritas, los fementidos, los fanáticos y los ambiciosos; contra todos los que especulan con la ignorancia y el oscurantismo de los hombres.

Virtudes o cualidades que debe poseer el Aprendiz: Fuerza, Belleza, Candor.

Objetivo del grado: Los trabajos de este grado tienen por objeto sembrar la duda filosófica en el espíritu del iniciado, haciéndolo tocar con el dedo la esclavitud en que ha vivido, despertando en su corazón el sentimiento de su propia dignidad, e impulsándolo al estudio de la verdad, libre de preocupaciones.

Análisis sobre: La virtud, el vicio, la razón y el libre albedrío.

Lo único que distingue y sublima al hombre es el derecho de pensar y discurrir, de creer o no creer, fundado en el conocimiento de causa, y obrar según dicte la razón, y no conforme a la astucia o impulso de nuestros primeros directores.

El que no piensa o no examina, el que jura en las palabras de otro y se abstiene de investigar si lo que se le enseña o ha enseñado es cierto, no es un hombre, es una máquina. Debemos dudar de todo lo que no comprendamos o no conozcamos por nosotros mismos.

Por el uso de la Razón no vivimos más a merced de la ignorancia y la superstición y en cambio conocemos la verdad y la distinguimos del error.

Tenemos el Libre Albedrío para elegir con fundamento. En este grado estudiamos la Piedra Bruta, símbolo de nuestro carácter y personalidad. Nos conocemos a nosotros mismos.

GRADO DE COMPAÑERO MASÓN

Enseñanza: Las facultades del hombre.

Deberes y lecciones importantes: El cultivo de la inteligencia. Necesitamos aprender a pulir nuestra inteligencia para hallarnos en actitud de ser útiles a la humanidad y a nosotros mismos. La conciencia humana retrocede a las tinieblas del oscurantismo al dejar de ser guiada por la Razón.

No son el valor ni la energía ajenas las que pueden salvarnos, sino el valor, la energía y la inteligencia de cada uno de nosotros los ciudadanos. Debemos dejar de ser niños en el Estado con una vida automática o dependiente de los Gobiernos. Debemos conquistar nuestra libertad y dignidad personal.

Los Gobiernos malos encuentran gentes dóciles que se dejan gobernar como rebaños, y si son buenos, encuentran ignorancia, apatía y egoísmo en los ciudadanos y por fuerza tienen que torturarlos y hacerlos marchar aún a su pesar. Todo el que manda tiende siempre a la tiranía y encuentra mejor oportunidad con pueblos ignorantes, apáticos y egoístas.

Por eso es que la Masonería quiere antes que todo que las masas se eduquen particular y colectivamente: los pueblos ilustrados no consienten tirano, y sí ayudan a sus buenos mandatarios en sus difíciles tareas. De nada servirían los buenos gobernantes poseídos de las más sanas y sabias disposiciones si sus gobernados, lejos de ayudarlos, se opusieran a ellas, porque su ignorancia no los dejaba comprenderlas, o porque su apatía o egoísmo lo encerraba en un círculo de pereza o indiferencia.

La Masonería da a sus miembros como un deber sagrado instruirse e instruir a los demás hombres sus hermanos hasta donde alcancen sus fuerzas, con el fin de que conozcan los derechos y deberes propios, y los derechos y deberes de los demás. Seamos instruidos, dignos y virtuosos y no solamente seremos libres nosotros, sino que emanciparemos a todos los hombres.

Este grado es la ciencia del edificio angular masónico levantado a la Ciencia y a la Virtud.

Virtudes o cualidades que debe poseer el Compañero: Inteligencia, Rectitud, Valor, Prudencia, Filantropía.

Objetivo del grado: Los trabajos de este grado tienen por objeto hacer que el iniciado conozca bien las facultades intelectuales y morales de que está dotado, y los medios mejores y más adecuados para utilizarlas debidamente, tanto desde el punto de vista intelectual, cuanto desde el punto de vista clásico.

Análisis sobre: Facultades humanas: instintivas, afectivas e intelectuales. El pensamiento, el instinto, la inteligencia y la razón.

La reflexión eleva al hombre sobre lo creado, por ella comprende la naturaleza de las cosas, la causa que las produce, se estudia a sí mismo y haya la verdad que destruye los errores de la intuición y los sofismas de la inteligencia.

Por la razón crea las ciencias y las artes y le arranca a la naturaleza sus arcanos. En este grado reflexionamos sobre el simbolismo de la escuadra, la piedra cúbica de punta y nos dedicamos al estudio del número cinco y la letra G.

GRADO DE MAESTRO MASÓN

Enseñanza: La inmortalidad del pensamiento.

Deberes y lecciones importantes: Enseñar al ignorante, desenmascarar al hipócrita y abatir al ambicioso.

La Asociación Humana es una inmensa escuela mutua y debemos ser uno de sus maestros. Educar al pueblo, haciendo marchar unísonos el trabajo material e intelectual.

La Masonería se constituyó como institución de universal progreso y dejó de ser monopolio de una minoría dominadora.

Hiram Abif, el arquitecto del templo, simboliza la Verdad, la Idea, y por asociación, la virtud, la civilización, el progreso, la libertad y la justicia. Sus enemigos son la ignorancia, la hipocresía y la ambición, a los cuales debemos combatir.

La acacia es el emblema de la inmortalidad. La inmortalidad la conseguiremos descubriendo, estudiando, desarrollando y sosteniendo los principios de la civilización humana.

Sin orden, la ciencia y la fuerza son infructuosas, y sólo por su misión civilizaremos al Universo.

La Verdad, la Idea, renace como el Fénix, de las cenizas de la hoguera en que pretenden destruirla sus enemigos. Debemos ser adalides de la Verdad y sacarla de las catacumbas que la encierran para proclamarla.

Nuestra forma material desaparecerá algún día, pero nunca nuestra idea. Si nuestra forma material es transitoria, nuestro pensamiento es inmortal.

Nacimos para morir y moriremos para siempre si no vivimos para los demás, si no cultivamos nuestra razón y enseñamos al ignorante, desenmascaramos al hipócrita y abatimos al ambicioso.

Virtudes o cualidades que debe poseer el Maestro: Libertad, Igualdad, Fraternidad, Ciencia, Virtud, Trabajo, Tolerancia, Prudencia, Filantropía.

Artes y Ciencias Liberales que debe conocer el Maestro: Gramática, Retórica, Lógica, Aritmética, Geometría, Música, Astronomía.

Objetivo del grado: Los trabajos de este grado tienen por objeto demostrar al candidato, por el estudio de la vida y de la muerte, que la inteligencia sola constituye y distingue al hombre, y que para conservarle toda su integridad se deben resistir siempre, en todas las circunstancias y con todas las fuerzas, los ataques mortales de los enemigos de todo progreso: la ignorancia, la hipocresía y la ambición.

Análisis sobre: La razón y el pensamiento, el desafío, la guerra, el suicidio y la muerte.

Las ideas en materia animada o inanimada son abstracciones del entendimiento, pues lo que se llama "muerte" es una nueva forma de vida.

La inteligencia humana también se perpetúa, crece y perfecciona; la generación presente utiliza los descubrimientos de la pasada, los acrisola y aumenta, para que la que sigue los fructifique a su turno, por la ley universal del Progreso.

No confundamos la vida transitoria con la inmortalidad del pensamiento, y si se trate de perder la una y de ganar la otra, no vacilemos; esperemos la muerte con filosófica serenidad, con esa serenidad que brilla en el rostro del justo que sucumbe por su ideal.

La inmortalidad se alcanza por la obra, por el ejemplo, por la enseñanza, por el camino que se lega.

EPÍLOGO

Para adquirir la virtud y huir del vicio, para instruirse unos a otros, hallar la verdad o comunicarse lo que alcancen de ella y enseñarlo a los demás hombres, se fundó la Masonería.

La Masonería nació en el pensamiento y en la duda del ser humano, en el momento en que la humanidad cuestionó, pensó y propuso avances y cambiar el futuro. Fueron la razón, la búsqueda de la verdad, el avance de la ciencia, el encontrar respuestas a la vida y a la muerte, el cultivo de la ética y la virtud, los motores esenciales de esta antigua institución.

Por lo anterior, la Masonería es una escuela de ética, de conducta y de preparación científica y filosófica, de progreso y de ascenso de la humanidad. Es la institución más seria y recia del pensamiento libre, de la justicia y de la paz de nuestro tiempo. Posee valores humanistas, libertarios, justicieros y universales.

Los tres grados de la Masonería simbólica aquí expuestos, tienen el objeto fundamental de formar pensadores independientes deseosos de llegar por su propio esfuerzo a discernir la verdad, y elevarlos por encima de la condición común de sus contemporáneos. Están consagrados a la adquisición de la habilidad en el uso de la herramienta masónica: la reflexión filosófica. Es solamente, cuando está en plena posesión, cuando el masón puede actuar eficazmente sobre él mismo y la sociedad.

Los tres grados del simbolismo resumen la esencia de la doctrina masónica que se desarrolla en los grados posteriores que están dedicados a la acción. Son la base de un sistema de enseñanza y constituyen la educación elemental de todo iniciado en la Masonería.

La Masonería inicia al hombre como ser social, racional y sensible, en el conocimiento de sus deberes y en el uso saludable de su inteligencia.

Los trabajos de la Masonería son de carácter intelectual y están dedicados al estudio del hombre, al medio que le rodea y a su progreso, con la intención de que los hombres se acepten y comprendan unos a otros.

La Masonería es un método racional de acceso al conocimiento y por este medio a la libertad. La verdadera libertad, la de conciencia, sólo se adquiere por el trabajo y se conserva por la perseverancia.

La Masonería tiene una filosofía educativa propia que es totalmente distinta a la cualquier escuela, puesto que en vez de exigir el aprendizaje de tales o cuales postulados y principios, estimula la exposición libre, la discusión ilustrada y el desarrollo de la imaginación y el pensamiento original, lógico y constructivo, como medio para conseguir que cada quien llegue, por su estudio independiente y su meditación profunda, a sus propias conclusiones lógicas y a la afirmación de sus convicciones.

Por tanto, usa ampliamente del símbolo y de la alegoría; pero no ofrece de ellas ninguna explicación fija y dogmática, sino que deja en libertad al masón para que ejercite sus propias facultades deductivas e inductivas para descifrar y aprender -por sí mismo- las provechosas lecciones que encierran.

Quizá la Masonería ha sido, a través de los tiempos, la única institución que se ha percatado de la importante función que tiene la imaginación creadora en la evolución de la humanidad, y ha descubierto y aplicado un método sencillo y eficaz para desarrollarla.







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