El Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo para la Jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América, Albert Pike (1809-1891), fue el paradigma de la Francmasonería norteamericana del siglo XIX, y a él se atribuye la configuración actual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Su libro "Moral y Dogma" publicado en 1871 recoge las doctrinas o enseñanzas de todos los grados del REAA en un intento de retornar la Iniciación hacia sus contenidos originales, así como difundir el compromiso individual de los valores masónicos.
Además de considerar a la Francmasonería como una escuela de mejora personal, Pike la abordó desde la perspectiva de una escuela de formación del ciudadano, desarrollando las enseñanzas morales y filosóficas que debían iluminar al masón en el desempeño de los distintos cargos públicos propios de una república constitucional y democrática.
Igualmente analizó de qué forma el masón debía superar los errores ancestrales de los credos tradicionales para hallar la religión universal en la que todos los hombres pudieran coincidir aunando Fe y Razón, y afirmó el necesario compromiso de la Masonería con las causas sociales; pues ante todo, el masón debía de ser un ejemplo a seguir por sus conciudadanos en la lucha por el Progreso Social.
LA REDENCIÓN SOCIAL
En el siglo XIX la Orden masónica resumió su propósito en la redención de la humanidad, dominada por la ignorancia, la superstición y el fanatismo, por la tiranía política y el despotismo espiritual. En este sentido, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado vino a representar junto con el Rito Francés, una de las corrientes renovadoras de la Masonería moderna, al impulsar un contenido libertario, social y progresista.
Simbólicamente el Caos se había apoderado del Universo y se quería hacer salir de él el Orden, realizando la gran obra de la redención social por la destrucción de los abusos, el aniquilamiento del fanatismo y de la tiranía, difundiendo la Gran Luz Masónica por la educación gradual del espíritu. Tal era el objetivo único que debía tenerse siempre presente en el espíritu para que de él emanase toda la enseñanza masónica.
La divisa ORDO AB CHAO y la otra de DEUS MEUMQUE JUS, encierran las bases sólidas sobre las que descansó todo el edificio de la Masonería Escocesa en el siglo XIX.
GRADO DE APRENDIZ MASÓN
Para Albert Pike los grados simbólicos aluden a la mejora personal del masón, pero también tienen una interpretación sociológica, según consta en su libro "Leyenda Magistralia", para uso exclusivo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales, publicado en Charleston, en 1881.
A decir de Pike, el candidato a la Iniciación representa a las masas mudas y desoladas del Pueblo. La superstición le ciega, la ignorancia le hace impotente, su cuerpo está sujeto a las pesadas cadenas de la tiranía, su alma está subordinada al despotismo de los sacerdotes, de los sacerdotes que obran en nombre de un Dios que se dice de clemencia y de amor, para exterminar a todos los que pretenden escapar de su yugo apartándose de sus creencias.
Pobre y humillado, ciego y mudo, pero sintiendo una atracción irresistible hacia la Gran Luz, el aspirante llama a la puerta de la Francmasonería, que le acoge; que después de haberle dado la conciencia de su dignidad de hombre le da el lugar a que tiene derecho entre los otros hombres, sus iguales, sus hermanos.
La Piedra Bruta es el Pueblo, como una masa ruda y desorganizada.
La Fuerza ciega del Pueblo debe ser administrada y gobernada, debe ser regulada por el intelecto. El pensamiento es una Fuerza y la Filosofía deberá ser una energía encontrando su objetivo y efecto en el mejoramiento del ser humano.
La Fuerza del Pueblo o Voluntad Popular puesta en acción es simbolizada por la Fuerza bruta del Mazo, regulada y guiada para actuar dentro de los límites de la Ley y el Orden, simbolizados por la Regla de Veinticuatro Pulgadas que tiene como frutos la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. La Regla debe estar sostenida por la Sabiduría y la Inteligencia.
Es deber de la Masonería ayudar a elevar el nivel moral e intelectual de la sociedad, acuñando conocimiento, promoviendo ideas esclarecedoras y procurando que las mentes jóvenes maduren; y situar gradualmente, a través de las enseñanzas de axiomas y la promulgación de leyes positivas, a la raza humana en armonía con su destino. Para esta misión y trabajo se inicia el Aprendiz de Masón.
Es más difícil para un Pueblo mantener la Libertad que ganarla y defender la Verdad es siempre necesario. La Masonería debe ser una energía, encontrando su objetivo y efecto en la mejora de la humanidad, Para ser libre e independiente, el Pueblo debe poseer sagacidad, cautela, previsión y una cuidadosa circunspección. La Nación debe, sobre todas las cosas, ser justa, no inclinándose hacia los poderosos ni oprimiendo a los débiles.
GRADO DE COMPAÑERO MASÓN
Únicamente la instrucción, la adquisición de los conocimientos, la cultura de la inteligencia natural, pueden hacer que sea el hombre lo que debe; únicamente el hombre puede ser dueño de sí mismo, señor y rey de la Creación, pues que él es dueño y rey de la Generación, de que la Creación no es más que la consecuencia.
El grado de Aprendiz ha enseñado ya al Pueblo a mantenerse de pie, con la frente levantada, pues que se compone de hombres iguales a todos los hombres; el Pueblo aprenderá en el grado de Compañero que no es por la desesperación, los excesos o la venganza, sino por la prudencia, el carácter, la moderación, la justicia, por las que puede conquistar la Libertad Política y la Libertad Religiosa, esta Libertad Política de que la Logia es un ideal; esta Libertad Religiosa que vivamente asegura en todo su radiante plenitud el dogma masónico.
El grado de Compañero tiene como propósito enseñar a los hombres a conocer y practicar sus deberes hacia ellos mismos y sus semejantes, que es el fin práctico de toda filosofía y todo conocimiento. Este grado enseña que el hombre está por encima, de forma segura, de las instituciones, y no ellas por encima de él. La tiranía y la usurpación del poder son enemigas del género humano.
Este grado de Compañero conmemora la Libertad del Pueblo por medio de la Educación y la Ciencia, que hacen más sabios a los hombres. El objetivo de los estudios en Masonería es aumentar nuestra Sabiduría y no nuestro conocimiento. Son las grandes verdades que a todos conciernen, así como los derechos y los deberes morales y políticos, lo que la Masonería trata de enseñar a sus iniciados. Cuanto más sabio se vuelve un hombre, menos inclinado está a someter servilmente su conciencia y su persona a las cadenas y al yugo.
El Compañero Masón estudia la Ciencia Social, que tiene como objeto establecer de qué modo y por medio de qué instituciones puede ser asegurada y protegida la Libertad Personal y Política. El verdadero masón es el que se esfuerza eficientemente en ayudar a la Orden a llevar a cabo sus grandes propósitos estudiando la Ciencia Social y la Moral.
En vuestros estudios como Compañero debéis estar guiados por la Razón, el Amor y la Fe. La fe no es dogma, es lo que creemos sobre lo que sabemos. La fe como creencia es necesaria para el hombre. Por la Razón, el Amor y la Fe el hombre escala las más altas cimas de la moralidad y se convierte en el Salvador o Redentor del Pueblo.
La Estrella Flamígera o Pentalfa es el emblema de la Libertad. Brillando radiante entre la confusión del bien y el mal en la revoluciones, y prometiendo cielos serenos y fértiles campos.
La letra G simboliza el Genio, el Poder del Espíritu Humano, que tiene el sentido de ver y la voluntad de hacer. A la Fuerza Intelectual hay que añadir el Genio. El señorío sobre la mente es la única conquista que vale la pena.
La Nación libre, en la que gobierna el Intelecto y el Genio, perdurará; pero donde éstas están sometidas y otras influencias gobiernan, la vida de la Nación es corta. El Genio y el Intelecto deben servir para gobernar. El Progreso está simbolizado por el uso del Mazo y el Cincel. Es el Progreso de las energías y el intelecto, del individuo y del Pueblo.
La Piedra Cúbica, símbolo de perfección, es el Estado, los gobernantes cuyo poder deriva del consentimiento de los gobernados, la Constitución y las leyes expresadas en la voluntad del Pueblo, el gobierno armonioso, simétrico, eficiente, con sus poderes apropiadamente distribuidos y debidamente ajustados en equilibrio.
La Piedra Cúbica es un símbolo apropiado de la Fuerza del Pueblo, de la Voluntad Popular expresada como Constitución y Ley del Estado.
La Libertad, la Igualdad y la Fraternidad es la triple alma del Estado, su vitalidad, su espíritu y su razón.
Desarrollar un Estado Libre, a partir de la masa ruda y desorganizada de la Piedra Bruta del Pueblo, es la gran labor en que la Masonería desea cooperar. Todos debemos trabajar para construir el gran monumento de una Nación, la Sagrada Casa del Templo.
La Masonería es un marcha y una lucha hacia la Luz. Para el individuo así como la Nación, la Luz es la Virtud, Virilidad, Inteligencia, Libertad. La tiranía sobre el alma o el cuerpo es oscuridad.
El Pueblo más libre, así como el hombre más libre, siempre está en peligro de involucionar a la esclavitud. Los hombres y las naciones se entregarán siempre a la esclavitud para satisfacer sus pasiones y sus venganzas.
La Libertad es un derecho de nacimiento común a todos los seres humanos, pero se puede perder por no ejercerlo o por ejercerlo mal. Recordad siempre esto en la alegoría del quinto viaje del Compañero.
El poder del Pueblo libre y su fuerza sólo pueden calibrarse en la hora de la adversidad, a través de pruebas, sacrificios y expectativas.
Desde un punto de vista político no hay más que un principio elemental: la soberanía del hombre sobre sí mismo. Esta soberanía de uno mismo sobre uno mismo se llama Libertad.
Donde dos o más de éstas soberanías se asocian comenzará el Estado.
La Libertad es la cima. La Igualdad es la base. La protección de cada uno por parte de todos es la Fraternidad.
La Igualdad tiene un instrumento básico: la enseñanza gratuita y obligatoria. De una escuela igual para todos surge una sociedad igualitaria, y de ésta un Estado Democrático.
Por lo anterior, la Francmasonería del siglo XIX, de acuerdo a lo expuesto por Albert Pike, fue defensora de las Instituciones Republicanas, sostuvo los principios liberales y trabajó en el desarrollo y mejoramiento de las instituciones políticas del mundo profano, basadas en el sistema democrático.
GRADO DE MAESTRO MASÓN
La alegoría contenida en el Maestrazgo es sublime.
Un paso más y el obrero se elevará sobre la materia, por el dominio de los instintos y el uso de la inteligencia.
El aspecto del Templo, las imágenes de duelo que encierra, nos recuerdan aquel aforismo: Summum sapientiae, doloris summum.
En medio de un silencio profundo, la voz del Muy Respetable Maestro se alza para contar la poética leyenda de la muerte de Hirám, conmovedora y sencilla, en la que el principio del bien, combatido y derribado por el orgullo, sobrevive y sale del sepulcro para perpetuarse en las edades.
Todas las creencias han consagrado el respeto a los sepulcros. Los masones van más lejos; os hacen bajar a él y allí, mientras os despojáis del hombre viejo, os instruyen por la relación de la vida del Maestro, para empezar una nueva vida. El Compañero ha caído en las pasiones de la humanidad. Debe levantarse purificado e instruido; a fin de que comprenda que la idea no basta sin las obras; ve a los obreros ansiosamente marchar en derredor en busca de la Luz.
El Maestro Hirám es la personificación de la Libertad racional, física, intelectual y espiritual.
Sus infames asesinos son la Ignorancia de la oligarquía o los partidos políticos, la Intolerancia del fanatismo, y la Hipocresía y la Superstición, tanto política como religiosa.
La resurrección de Hirám simboliza la indomable energía del alto poder del espíritu de Libertad, que, siempre sacrificada, se levantará y volverá a levantar siempre cualquiera que sea la fuerza de sus enemigos.
El Maestro Masón se liga indisolublemente a la causa de la Libertad del Pueblo; se hace apóstol de la instrucción para todos, el enemigo mortal de todo despotismo y de toda intolerancia.
La obligación que domina esta triple enseñanza es que el masón debe hacer todo, sin excepción, para llegar a realizar y practicar estas doctrinas en toda su extensión.
FINALIDADES DE LA LOGIA
La logia es el agrupamiento básico conque cuenta el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y es por tanto, un instrumento eficaz para realizar sus finalidades, en bien del progreso del género humano; ella ayuda a los iniciados a cultivar y desarrollar su personalidad, a través de la enseñanza de principios filosóficos por medio de símbolos, artísticamente representados y adecuadamente dispuestos.
En esta tarea, cada miembro aporta sus conocimientos, experiencias y dudas, de modo que, confrontadas con las de los demás, ayuda a la AUTOFORMACIÓN de su personalidad masónica, la que debe de proyectarse en una señera conducta social, dinámica, que no sólo proclama sus ideales, sino que lucha porque se realicen objetivamente, en cualquier medio en que actúe y automáticamente lo convierte en líder, en el más puro y noble sentido de la palabra.
La Masonería pretende ser esa guía benéfica, altruista y desinteresada. Teniendo fe en el hombre, esperanza en el futuro de la humanidad y amable amor por nuestros hermanos, la Masonería y el masón deben siempre trabajar y enseñar.
Simbólicamente el Caos se había apoderado del Universo y se quería hacer salir de él el Orden, realizando la gran obra de la redención social por la destrucción de los abusos, el aniquilamiento del fanatismo y de la tiranía, difundiendo la Gran Luz Masónica por la educación gradual del espíritu. Tal era el objetivo único que debía tenerse siempre presente en el espíritu para que de él emanase toda la enseñanza masónica.
La divisa ORDO AB CHAO y la otra de DEUS MEUMQUE JUS, encierran las bases sólidas sobre las que descansó todo el edificio de la Masonería Escocesa en el siglo XIX.
GRADO DE APRENDIZ MASÓN
Para Albert Pike los grados simbólicos aluden a la mejora personal del masón, pero también tienen una interpretación sociológica, según consta en su libro "Leyenda Magistralia", para uso exclusivo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales, publicado en Charleston, en 1881.
A decir de Pike, el candidato a la Iniciación representa a las masas mudas y desoladas del Pueblo. La superstición le ciega, la ignorancia le hace impotente, su cuerpo está sujeto a las pesadas cadenas de la tiranía, su alma está subordinada al despotismo de los sacerdotes, de los sacerdotes que obran en nombre de un Dios que se dice de clemencia y de amor, para exterminar a todos los que pretenden escapar de su yugo apartándose de sus creencias.
Pobre y humillado, ciego y mudo, pero sintiendo una atracción irresistible hacia la Gran Luz, el aspirante llama a la puerta de la Francmasonería, que le acoge; que después de haberle dado la conciencia de su dignidad de hombre le da el lugar a que tiene derecho entre los otros hombres, sus iguales, sus hermanos.
La Piedra Bruta es el Pueblo, como una masa ruda y desorganizada.
La Fuerza ciega del Pueblo debe ser administrada y gobernada, debe ser regulada por el intelecto. El pensamiento es una Fuerza y la Filosofía deberá ser una energía encontrando su objetivo y efecto en el mejoramiento del ser humano.
La Fuerza del Pueblo o Voluntad Popular puesta en acción es simbolizada por la Fuerza bruta del Mazo, regulada y guiada para actuar dentro de los límites de la Ley y el Orden, simbolizados por la Regla de Veinticuatro Pulgadas que tiene como frutos la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. La Regla debe estar sostenida por la Sabiduría y la Inteligencia.
Es deber de la Masonería ayudar a elevar el nivel moral e intelectual de la sociedad, acuñando conocimiento, promoviendo ideas esclarecedoras y procurando que las mentes jóvenes maduren; y situar gradualmente, a través de las enseñanzas de axiomas y la promulgación de leyes positivas, a la raza humana en armonía con su destino. Para esta misión y trabajo se inicia el Aprendiz de Masón.
Es más difícil para un Pueblo mantener la Libertad que ganarla y defender la Verdad es siempre necesario. La Masonería debe ser una energía, encontrando su objetivo y efecto en la mejora de la humanidad, Para ser libre e independiente, el Pueblo debe poseer sagacidad, cautela, previsión y una cuidadosa circunspección. La Nación debe, sobre todas las cosas, ser justa, no inclinándose hacia los poderosos ni oprimiendo a los débiles.
GRADO DE COMPAÑERO MASÓN
Únicamente la instrucción, la adquisición de los conocimientos, la cultura de la inteligencia natural, pueden hacer que sea el hombre lo que debe; únicamente el hombre puede ser dueño de sí mismo, señor y rey de la Creación, pues que él es dueño y rey de la Generación, de que la Creación no es más que la consecuencia.
El grado de Aprendiz ha enseñado ya al Pueblo a mantenerse de pie, con la frente levantada, pues que se compone de hombres iguales a todos los hombres; el Pueblo aprenderá en el grado de Compañero que no es por la desesperación, los excesos o la venganza, sino por la prudencia, el carácter, la moderación, la justicia, por las que puede conquistar la Libertad Política y la Libertad Religiosa, esta Libertad Política de que la Logia es un ideal; esta Libertad Religiosa que vivamente asegura en todo su radiante plenitud el dogma masónico.
El grado de Compañero tiene como propósito enseñar a los hombres a conocer y practicar sus deberes hacia ellos mismos y sus semejantes, que es el fin práctico de toda filosofía y todo conocimiento. Este grado enseña que el hombre está por encima, de forma segura, de las instituciones, y no ellas por encima de él. La tiranía y la usurpación del poder son enemigas del género humano.
Este grado de Compañero conmemora la Libertad del Pueblo por medio de la Educación y la Ciencia, que hacen más sabios a los hombres. El objetivo de los estudios en Masonería es aumentar nuestra Sabiduría y no nuestro conocimiento. Son las grandes verdades que a todos conciernen, así como los derechos y los deberes morales y políticos, lo que la Masonería trata de enseñar a sus iniciados. Cuanto más sabio se vuelve un hombre, menos inclinado está a someter servilmente su conciencia y su persona a las cadenas y al yugo.
El Compañero Masón estudia la Ciencia Social, que tiene como objeto establecer de qué modo y por medio de qué instituciones puede ser asegurada y protegida la Libertad Personal y Política. El verdadero masón es el que se esfuerza eficientemente en ayudar a la Orden a llevar a cabo sus grandes propósitos estudiando la Ciencia Social y la Moral.
En vuestros estudios como Compañero debéis estar guiados por la Razón, el Amor y la Fe. La fe no es dogma, es lo que creemos sobre lo que sabemos. La fe como creencia es necesaria para el hombre. Por la Razón, el Amor y la Fe el hombre escala las más altas cimas de la moralidad y se convierte en el Salvador o Redentor del Pueblo.
La Estrella Flamígera o Pentalfa es el emblema de la Libertad. Brillando radiante entre la confusión del bien y el mal en la revoluciones, y prometiendo cielos serenos y fértiles campos.
La letra G simboliza el Genio, el Poder del Espíritu Humano, que tiene el sentido de ver y la voluntad de hacer. A la Fuerza Intelectual hay que añadir el Genio. El señorío sobre la mente es la única conquista que vale la pena.
La Nación libre, en la que gobierna el Intelecto y el Genio, perdurará; pero donde éstas están sometidas y otras influencias gobiernan, la vida de la Nación es corta. El Genio y el Intelecto deben servir para gobernar. El Progreso está simbolizado por el uso del Mazo y el Cincel. Es el Progreso de las energías y el intelecto, del individuo y del Pueblo.
La Piedra Cúbica, símbolo de perfección, es el Estado, los gobernantes cuyo poder deriva del consentimiento de los gobernados, la Constitución y las leyes expresadas en la voluntad del Pueblo, el gobierno armonioso, simétrico, eficiente, con sus poderes apropiadamente distribuidos y debidamente ajustados en equilibrio.
La Piedra Cúbica es un símbolo apropiado de la Fuerza del Pueblo, de la Voluntad Popular expresada como Constitución y Ley del Estado.
La Libertad, la Igualdad y la Fraternidad es la triple alma del Estado, su vitalidad, su espíritu y su razón.
Desarrollar un Estado Libre, a partir de la masa ruda y desorganizada de la Piedra Bruta del Pueblo, es la gran labor en que la Masonería desea cooperar. Todos debemos trabajar para construir el gran monumento de una Nación, la Sagrada Casa del Templo.
La Masonería es un marcha y una lucha hacia la Luz. Para el individuo así como la Nación, la Luz es la Virtud, Virilidad, Inteligencia, Libertad. La tiranía sobre el alma o el cuerpo es oscuridad.
El Pueblo más libre, así como el hombre más libre, siempre está en peligro de involucionar a la esclavitud. Los hombres y las naciones se entregarán siempre a la esclavitud para satisfacer sus pasiones y sus venganzas.
La Libertad es un derecho de nacimiento común a todos los seres humanos, pero se puede perder por no ejercerlo o por ejercerlo mal. Recordad siempre esto en la alegoría del quinto viaje del Compañero.
El poder del Pueblo libre y su fuerza sólo pueden calibrarse en la hora de la adversidad, a través de pruebas, sacrificios y expectativas.
Desde un punto de vista político no hay más que un principio elemental: la soberanía del hombre sobre sí mismo. Esta soberanía de uno mismo sobre uno mismo se llama Libertad.
Donde dos o más de éstas soberanías se asocian comenzará el Estado.
La Libertad es la cima. La Igualdad es la base. La protección de cada uno por parte de todos es la Fraternidad.
La Igualdad tiene un instrumento básico: la enseñanza gratuita y obligatoria. De una escuela igual para todos surge una sociedad igualitaria, y de ésta un Estado Democrático.
Por lo anterior, la Francmasonería del siglo XIX, de acuerdo a lo expuesto por Albert Pike, fue defensora de las Instituciones Republicanas, sostuvo los principios liberales y trabajó en el desarrollo y mejoramiento de las instituciones políticas del mundo profano, basadas en el sistema democrático.
GRADO DE MAESTRO MASÓN
La alegoría contenida en el Maestrazgo es sublime.
Un paso más y el obrero se elevará sobre la materia, por el dominio de los instintos y el uso de la inteligencia.
El aspecto del Templo, las imágenes de duelo que encierra, nos recuerdan aquel aforismo: Summum sapientiae, doloris summum.
En medio de un silencio profundo, la voz del Muy Respetable Maestro se alza para contar la poética leyenda de la muerte de Hirám, conmovedora y sencilla, en la que el principio del bien, combatido y derribado por el orgullo, sobrevive y sale del sepulcro para perpetuarse en las edades.
Todas las creencias han consagrado el respeto a los sepulcros. Los masones van más lejos; os hacen bajar a él y allí, mientras os despojáis del hombre viejo, os instruyen por la relación de la vida del Maestro, para empezar una nueva vida. El Compañero ha caído en las pasiones de la humanidad. Debe levantarse purificado e instruido; a fin de que comprenda que la idea no basta sin las obras; ve a los obreros ansiosamente marchar en derredor en busca de la Luz.
El Maestro Hirám es la personificación de la Libertad racional, física, intelectual y espiritual.
Sus infames asesinos son la Ignorancia de la oligarquía o los partidos políticos, la Intolerancia del fanatismo, y la Hipocresía y la Superstición, tanto política como religiosa.
La resurrección de Hirám simboliza la indomable energía del alto poder del espíritu de Libertad, que, siempre sacrificada, se levantará y volverá a levantar siempre cualquiera que sea la fuerza de sus enemigos.
El Maestro Masón se liga indisolublemente a la causa de la Libertad del Pueblo; se hace apóstol de la instrucción para todos, el enemigo mortal de todo despotismo y de toda intolerancia.
La obligación que domina esta triple enseñanza es que el masón debe hacer todo, sin excepción, para llegar a realizar y practicar estas doctrinas en toda su extensión.
FINALIDADES DE LA LOGIA
La logia es el agrupamiento básico conque cuenta el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y es por tanto, un instrumento eficaz para realizar sus finalidades, en bien del progreso del género humano; ella ayuda a los iniciados a cultivar y desarrollar su personalidad, a través de la enseñanza de principios filosóficos por medio de símbolos, artísticamente representados y adecuadamente dispuestos.
En esta tarea, cada miembro aporta sus conocimientos, experiencias y dudas, de modo que, confrontadas con las de los demás, ayuda a la AUTOFORMACIÓN de su personalidad masónica, la que debe de proyectarse en una señera conducta social, dinámica, que no sólo proclama sus ideales, sino que lucha porque se realicen objetivamente, en cualquier medio en que actúe y automáticamente lo convierte en líder, en el más puro y noble sentido de la palabra.
La Masonería pretende ser esa guía benéfica, altruista y desinteresada. Teniendo fe en el hombre, esperanza en el futuro de la humanidad y amable amor por nuestros hermanos, la Masonería y el masón deben siempre trabajar y enseñar.
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