No se descarta que existan en la Francmasonería tendencias derivadas de la Cábala. De hecho, la meta cabalística de lograr la perfección del ser a través del renacer en un nivel superior de consciencia concuerda con los fines de la Francmasonería como sistema.
Es innegable que existen muchos rastros de material religioso muy poderoso. En lugares muy dispares, se pueden establecer paralelismos entre la masonería y la doctrina y el simbolismo de las principales religiones.
La imaginería rosacruciana y el simbolismo de los templarios ocupan un lugar destacado en las órdenes masónicas. Sin duda, la Francmasonería toma símbolos e íconos de todo tipo de tradiciones y escenarios.
A la vista de las huellas místicas, se puede concluir que, seguramente, fueron unos filósofos de mente flexible, versados en naturaleza y moralidad, quienes recopilaron los aspectos morales y espirituales de la Francmasonería.
Parece que tenían profundos conocimientos de psicología y espiritualidad, y que aprendieron las enseñanzas de los grandes maestros sin atender a las religiones o regiones implicadas en ellas (la Francmasonería pone gran empeño en no excluir a ninguna religión).
El esfuerzo y la sabiduría para tomar tantas doctrinas y enseñanzas espirituales diferentes y, a partir de ellas, componer un sistema de perfeccionamiento moral personal coherente, independiente y, sobre todo, elegante, deben de haber sido inmensos.
La integración de esas enseñanzas en la red de gremios de canteros para dotarles del fundamento que precisaban para subsistir fue un golpe de brillantez.
Considerando las pruebas documentales que se conservan, el sistema moderno debe de haber empezado a desarrollarse cuando los gremios operativos de canteros comenzaron a admitir entre sus filas a miembros especulativos y evolucionó hasta completar el tercer grado alrededor de 1725.
PERFECCIONAMIENTO DEL HOMBRE
La Francmasonería gira alrededor del perfeccionamiento moral e intelectual del ser humano, en un principio superior ideal que denomina el Gran Arquitecto del Universo.
La Cábala es una tradición mística de la religión judía que pretende arrojar luz sobre la naturaleza divina y el proceso de la creación. La Cábala permite al hombre la unión mística con Dios y le proporciona un camino para comprender su inefable naturaleza o, al menos, para asimilar tanto como su mente sea capaz de entender.
La teoría que ahora nos ocupa afirma que la Francmasonería es una adaptación de los principios cabalísticos, una alegoría velada del misticismo judío.
La Cábala afirma que la creación está dividida en cuatro mundos que representan distintos niveles de consciencia: el divino, el intelectual, el emocional y el instintivo.
La implicación filosófica está clara: para alcanzar un nivel de consciencia, es necesario dominar y transcender el nivel inferior.
Las bestias están apresadas en el nivel instintivo, mientras que los seres humanos trascienden ese nivel de consciencia al desarrollar el lenguaje.
Algunos se atascan en el nivel emocional y otros logran alcanzar el intelectual, siendo capaces de dominarse a sí mismos.
Según la filosofía cabalística, la meta última de todo ser humano (de toda la energía) es perfeccionar los niveles emocional e intelectual para sobrepasarlos, renaciendo en lo divino y en busca del entendimiento por medio de la luz.
De acuerdo con esta teoría, el contenido místico y espiritual de la Francmasonería deriva en buena parte de los principios cabalísticos.
La Cábala pretende proporcionar un camino hacia la perfección del alma y la consecución de la gracia, al igual que la Francmasonería.
Se puede considerar que los tres grados de la Francmasonería equivalen a los tres mundos superiores de la consciencia de la Cábala.
Los rituales del primer grado abordan temas éticos, emotivos; el segundo grado trata asuntos intelectuales y el tercer simboliza el proceso de la muerte y la resurrección a la consciencia espiritual.
La Francmasonería propone morir al vicio, los errores y las preocupaciones vulgares, y renacer a la virtud, la honor y a la sabiduría. Morir a la naturaleza inferior, para renacer a un nivel superior de consciencia, al hombre nuevo que deja atrás al hombre viejo.
La Francmasonería propone morir al vicio, los errores y las preocupaciones vulgares, y renacer a la virtud, la honor y a la sabiduría. Morir a la naturaleza inferior, para renacer a un nivel superior de consciencia, al hombre nuevo que deja atrás al hombre viejo.
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